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Paolo Pascolo - Albergo delle Palme, 1967-1968

Lignano Pineta - viale delle Palme, 24


Fotografia: Collezione privata


El edificio se desarrolla en cinco pisos y se distingue por su organización atenta y refinada. El lado mayor está dispuesto perpendicularmente al vial, optimizando la visibilidad e interacción con el entorno circundante. Una característica notable del diseño es la forma en que los pisos se retraen en las testadas del edificio, creando una serie de terrazas a cada nivel. Esta solución arquitectónica, conocida como solución escalonada, le da al edificio un aspecto menos masivo y más liviano.

Las terrazas, que se extienden hacia el exterior en cada piso, no solo proporcionan espacios exteriores utilizables para los residentes, sino que también contribuyen a fragmentar visualmente la masa del edificio. Este enfoque reduce el impacto visual del volumen total, haciendo que el edificio parezca un complejo segmentado en lugar de un bloque compacto. La integración con el verde circundante es tan armoniosa que permite al edificio fusionarse con el paisaje natural sin dominarlo.

El color claro del revestimiento exterior acentúa aún más esta integración, reflejando la luz y contribuyendo a una atmósfera de elegancia sobria. Los detalles arquitectónicos, aunque esenciales y cuidados, no sobrecargan el conjunto, sino que lo enriquecen con un tono de refinada elegancia. Cada elemento del diseño está estudiado para reflejar la personalidad de su autor, creando un edificio que no solo cumple con las necesidades funcionales, sino que también expresa una fuerte identidad estética.

El edificio, con su configuración escalonada y la elección de un revestimiento claro junto con detalles sofisticados, se distingue por su elegancia y por su capacidad de armonizar con el contexto verde circundante. Este proyecto representa un ejemplo de cómo la arquitectura puede combinar estética y funcionalidad con gran sensibilidad y precisión.


La Corsa al Mare (1960-1969)

A finales de la década de 1950, la transformación del territorio con fines turísticos ya era evidente, definida por los planes urbanísticos para Lignano Sabbiadoro, Lignano Pineta y Lignano Sud (Riviera). Con el auge económico de los años 60, la explotación intensiva aumentó notablemente. Entre 1960 y 1970, el número de camas y de visitantes se triplicó.

Las diferentes estrategias urbanísticas adoptadas para Sabbiadoro, Pineta y Riviera dieron lugar a resultados variados. Los proyectos de D'Olivo para Pineta y de Piccinato para Riviera lograron modelar el territorio y resistir al deterioro especulativo. Los años de la "corsa al mare", celebrados por la Triennale de Milán de 1964, marcaron una transformación significativa del paisaje italiano. Sin embargo, la degradación de las costas estaba en marcha, representando el otro lado del auge económico. A mediados de los años 60, en contraste con esta tendencia, Pineta y Riviera emergieron como ejemplos positivos de planificación urbanística para los centros de playa.


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