Gino Avon (1896 - 1984): Maestro del Mosaico y Artesano del Patrimonio Artístico Friulano
Gino Avon, nacido en Udine en 1896, fue uno de los más talentosos artistas de mosaico italianos del siglo XX, dejando una profunda e duradera huella artística tanto en Italia como en el extranjero. Criado en una familia de mosaistas, fue introducido en el arte por su padre Andrea, y esta formación familiar fue una característica central de su desarrollo artístico. Sin embargo, su educación, que carecía de una sólida base académica, fue para Avon un pesar que lo acompañó a lo largo de su vida.
Los Comienzos y la Formación Internacional
A una edad temprana, Gino Avon se trasladó a Niza y luego a París, donde ya trabajaban sus hermanos mayores Vincenzo, Angelo y Tommaso como talentosos mosaistas. Estas experiencias en el extranjero permitieron a Avon profundizar sus conocimientos en las técnicas del mosaico y explorar diferentes enfoques estilísticos. Regresó a Friuli en 1923 y comenzó un importante rol docente en la Escuela de Mosaico de Spilimbergo, donde enseñó hasta 1930, contribuyendo significativamente a la difusión de las técnicas de mosaico en Friuli y más allá.
Actividad en Udine y el Desafío de las Leyes Proteccionistas
En los años 20, Avon abrió su propio taller en Spilimbergo, que estuvo activo hasta 1934, cuando se vio obligado a cerrarlo debido a las leyes proteccionistas del fascismo que restringían la exportación de obras de arte. Esto lo llevó a mudarse a Udine, donde abrió un nuevo taller especializado en mosaicos y suelos "alla veneziana", ampliando su experiencia artística también a la actividad empresarial. Entre sus trabajos de esta época destacan el mosaico para el Monumento a los Caídos de Spilimbergo y las decoraciones del Tribunal de Puerto Said en Egipto.
Colaboraciones Internacionales y Reconocimiento Artístico
Gino Avon trabajó con algunos de los arquitectos más conocidos de su tiempo, como Umberto Nordio, D’Avanzo, Midena, Magistretti y Caccia Dominioni, creando obras que combinaban elegancia y destreza técnica. Su dedicación a la tradición y la alta calidad de su trabajo lo llevaron a involucrarse en la restauración de mosaicos históricos importantes. En colaboración con el arquitecto De Grassi, fue encargado de la restauración de los mosaicos paleocristianos en Grado. En Trieste, también restauró los mosaicos de la iglesia serbio-ortodoxa y los de la fachada del Palazzo del Governo, contribuyendo a la conservación de estos extraordinarios patrimonios artísticos.
Obras y Legado Artístico
La obra de Avon también se extendió a mosaicos en la iglesia de la policía ferroviaria de Tarvisio, los suelos del Palazzo Adria en Rijeka y la Universidad de Trieste. Además de su colaboración con arquitectos de gran renombre, Gino Avon estuvo en contacto con artistas famosos como Mirko Basaldella, Ernesto Mitri y Carlo Carrà. Estas conexiones le permitieron mantener su estilo actualizado, fusionando perfectamente tradición y modernidad. Su capacidad para traducir el lenguaje arquitectónico en superficies decorativas duraderas, elegantes y bien integradas en su entorno es un testimonio único de su maestría y visión artística.
Piazza della Libertà y el Legado de Avon
Una de sus obras más significativas es la decoración mosaica de la Piazza della Libertà en Udine, realizada en la década de 1960 y ahora conservada como un valioso testimonio de una época de renacimiento e innovación artística. Con su fallecimiento en 1984, Udine e Italia perdieron a uno de los intérpretes más apasionados del arte del mosaico, pero el legado de Avon sigue vivo en sus obras y en la memoria colectiva del patrimonio artístico friulano.
Gino Avon sigue siendo un símbolo de dedicación y pasión por el arte del mosaico, un artista que supo preservar e innovar la tradición mosaica, rindiendo homenaje al patrimonio artístico friulano y contribuyendo a la valorización de nuestro patrimonio cultural a través de su trabajo.
La Passione trasmessa al nipote
Gino Avon transmitió su pasión y conocimiento del arte y la restauración a su nieto Giulio Avon, quien hoy es miembro fundador y experto de la asociación y un renombrado arquitecto. Hijo de Gianni, Giulio sigue los pasos de su abuelo Gino, destacándose en el campo de la restauración y revitalización arquitectónica con importantes trabajos en monumentos como Villa Manin, la Catedral de Cividale y Piazza Ursella. Con un amor innato por el arte y la arquitectura, Giulio Avon también ha diseñado montajes de exposiciones y promovido el patrimonio cultural de Lignano mediante libros y exposiciones, continuando así el legado familiar con dedicación y pasión.
